Tras décadas de mentiras, robos, estafas, engaños y otras patrañas que el pueblo de nuestro estado español ha sufrido por parte de cargos públicos electos y otros impuestos a dedo, al fin el pueblo ha conseguido lo que necesitaba, una disculpa.
Esta esperada disculpa ha sido a mi juicio un gravísimo error institucional. Sigue sin enterarme en la cabeza cómo la Casa Real ha permitido que nuestro máximo mandatario y Rey haya pedido perdón a sus súbditos. Este país tiene el norte muy perdido cuando a tanta gente le parece estupendo que Su Majestad pida disculpas a sus súbditos por un hecho acaecido en un viaje que le ha pagado por empresario saudí Mohamed Eyad Kayali, mano derecha en España del príncipe Salman (ministro de Defensa de Arabia Saudí).
Si el problema es que no nos gusta la monárquica, bien, hagamos un referéndum y opinemos sobre ese punto. Pero si el objetivo es que Su Majestad haga de chivo expiatorio, ya podíamos haber cogido a cualquier otro que hubiera hecho algún acto realmente grave, que hay mucho sinvergüenza suelto.
Nadie ha dicho nada a la politizada prensa de este país cuando, desviando la mirada de los problemas realmente graves que tenemos hoy, ha manejado la figura Real como si de un pelele se tratara. No han pedido explicaciones a los que nos han llevado a la situación que actualmente estamos y sin embargo poner el foco de atención y del cabreo popular en el pilar base de nuestra actual Constitución y del sistema de Monarquía Parlamentaria que tenemos.
Por último y no menos importante, es de recibo recordar, reconocer y agradecer (cosas muy mal vistas y poco utilizadas por los españoles), que uno de los proyectos que más dinero va a hacer entra en las empresas de este país desde el extranjero nos lo ha conseguido nuestro Monarca gracias a sus amistades. Sí me refiero de eso que se habló por encima del AVE a La Meca. Este proyecto ha sido adjudicado a España por Arabia Saudí gracias a las excelentes relaciones que nuestro Monarca tiene con la Casa Real Saudí en general y con el rey Abdulá en particular. Estas relaciones no se establecen ni se mantienen reenviando un mail cachondo de vez en cuando, sino que hay que hacer mucho trabajo de campo, mucha diplomacia, muchos viajes y visitas, uno de los cuales podría haber sido el fatídico viaje a Botswana.
Ahora que alguien me explique lo que Su Majestad ha hecho mal al ir a Botswana a seguir manteniendo vivas unas relaciones que han supuesto una inyección de capital extranjero de casi 7.000 millones de Euros y sin que el estado español haya gastado un real. El único punto negro que veo en todo esto es Su Majestad haya matado uno o varios elefantes siendo presidente de honor de la WWF.
El escarnio público sufrido por Don Juan Carlos me ha parecido deplorable e injusto.
Si el problema es que no nos gusta la monárquica, bien, hagamos un referéndum y opinemos sobre ese punto. Pero si el objetivo es que Su Majestad haga de chivo expiatorio, ya podíamos haber cogido a cualquier otro que hubiera hecho algún acto realmente grave, que hay mucho sinvergüenza suelto.
Nadie ha dicho nada a la politizada prensa de este país cuando, desviando la mirada de los problemas realmente graves que tenemos hoy, ha manejado la figura Real como si de un pelele se tratara. No han pedido explicaciones a los que nos han llevado a la situación que actualmente estamos y sin embargo poner el foco de atención y del cabreo popular en el pilar base de nuestra actual Constitución y del sistema de Monarquía Parlamentaria que tenemos.
Por último y no menos importante, es de recibo recordar, reconocer y agradecer (cosas muy mal vistas y poco utilizadas por los españoles), que uno de los proyectos que más dinero va a hacer entra en las empresas de este país desde el extranjero nos lo ha conseguido nuestro Monarca gracias a sus amistades. Sí me refiero de eso que se habló por encima del AVE a La Meca. Este proyecto ha sido adjudicado a España por Arabia Saudí gracias a las excelentes relaciones que nuestro Monarca tiene con la Casa Real Saudí en general y con el rey Abdulá en particular. Estas relaciones no se establecen ni se mantienen reenviando un mail cachondo de vez en cuando, sino que hay que hacer mucho trabajo de campo, mucha diplomacia, muchos viajes y visitas, uno de los cuales podría haber sido el fatídico viaje a Botswana.
Ahora que alguien me explique lo que Su Majestad ha hecho mal al ir a Botswana a seguir manteniendo vivas unas relaciones que han supuesto una inyección de capital extranjero de casi 7.000 millones de Euros y sin que el estado español haya gastado un real. El único punto negro que veo en todo esto es Su Majestad haya matado uno o varios elefantes siendo presidente de honor de la WWF.
El escarnio público sufrido por Don Juan Carlos me ha parecido deplorable e injusto.
Suscribo algunas cosillas, como que somos altamente manipulables; desde luego se me ocurre mucha más gente que debería pedir perdón antes que el Rey.
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