Hace ya un tiempo que la cadena Carrefour, haciendo gala de su dudosa preocupación por el medio ambiente y seguramente preocupándose algo más por sus cuentas anuales, decidió en beneficio de la humanidad dejar de dar bolsas de plástico para la compra de forma gratuita y cobrar por ello. De esta forma pretendían que el cliente reutilizará las bolsas en vez de coger bolsas nuevas constantemente y usar carros de la compra.
Me parece una opción realmente acertada para colaborar en la conservación y mejora del medio ambiente. Y si eso les reporta algún beneficio económico, pues genial para ellos, ¿no?
Lo que ya se sale de madre y produce un notable hinchazón de mis abalorios es que si entras a comprar a una de estas superficies con otra bolsa, te obligan a meterla en otra bolsa de plástico más, de enormes dimensiones, que no sabes ni cómo agarrar. ¿Dónde está la política ecológica aquí? ¿Ya nos olvidamos de ella? No, más bien parece que es sólo para lo que les interesa.
A modo de anécdota, puedo contar que un día que fuimos a una de estas superficies con nuestro carro de la compra plegable y con cierta roña, tras pagar en la caja, con el carro ya lleno, se nos acerca un hombre de seguridad y nos dice que teníamos que pagar el carro, porque era nuevo... Increíble.
En resumen, las políticas ecologistas están siendo utilizadas más por publicidad e imagen que por una real preocupación por el medio ambiente.