Merengue + Culé = Sangre & Arena

Somos los más previsores sobre la faz de la tierra. Hemos pensado reposadamente todo lo concerniente a la visita papal que comienza hoy: dinero necesario que debe poner nuestro endeudado Estado, nuestra pobre comunidad autónoma (Madrid) y su cuidadanía; hemos previsto unas fechas con excelentes temperaturas para que los peregrinos, que suelen ir escasos de ropa, no pasen el más mínimo frío; hemos previsto una de las semanas de mayor inoperatividad para poner en funcionamiento a decenas de miles de funcionarios…

Y para rematar esta faena, ni siquiera han pensado en algo tan sagrado en este país como es el fútbol, y a los hechos me remito, ya que el fútbol fue declarado de interés nacional (eso sí, por el PP) y la religión no ha sido declarada en ese estatus nunca.

Este hecho no deja de acarrear un milagro papal, y es que mucho de los culés más fervientes seguro que están deseosos de que esta noche el Real Madrid gane la Super-Copa de España para que vayan a celebrarlo a Cibeles, monten una reave con los jóvenes cristianos para que conozcan algo más allá de las enseñanzas de Cristo, que en la sabiduría está el poder.

Las autoridades han pedido al Real Madrid que en caso de ganar la copa no lo celebren en Cibeles, pero claro, ¿qué harán los cientos de miles de aficionados, que están o no de vacaciones, esta noche, cuando termine el partido si se consuma el milagro de la victoria merengue?, ¿quedarse con todo el calor en casa sudando la camiseta después del partido?

Sólo espero que la sangre cristiana no sea derramada a los pies de la griega Cibeles a manos de hordas descontroladas de paganos. En cualquier caso, una vez más estamos ante la impunidad de la alta clase política, que decidió en su día coordinar este evento mundial sin hacerse eco de toda la problemática expuesta anteriormente y, por supuesto, sin pagar las consecuencias de los desastres que pueda ocasionar. Todo esto sin haber hablado del derroche innecesario de dinero para la visita de un tipo que tiene votos de pobreza… ¡DAN-TES-CO!

Que el Señor reparta suerte esta noche a todos, porque como reparta justicia lo de las 10 plagas egipcias va a parecer ya una comedia de los Monty Pythons.